Nos encontramos, donde siempre.
Hay encuentros entre personas que siempre existen aunque no se den,
porque encontrarse no depende de dónde, sino de cómo
y cuando se dan, sabes que nunca se fueron.
Pasan años sin verse y cuando se ven la cosa sigue ahí,
impertérrita, esperando, sabia, fecunda.
¿Qué será la cosa?
¿Qué será lo que une y desune?
¿Un hilo de afinidad? ¿O uno de reconocimiento?
¿Qué será lo nos hace querer estar?
Que preciosidad cuando la vida abre espacio al encuentro
y el encuentro se convierte en recuerdo
y el recuerdo se traslada al hoy.
Donde la falta de memoria desvanece las historias
pero fortalece el vínculo sin palabras, sin historias.
Donde el abrazo demuele la ausencia con efectos retroactivos
y la mirada sana las heridas del desapego.
Y así, sin más, nos encontramos donde siempre
porque siempre no era un lugar, era un estado.
¡Brindemos por los reencuentros que nunca se perdieron!
Gràcies de cor! bonic com sempre, apreciat com ara.
Que els sempres puguin amb els mais
i que estar sigui una decisió que acompanyi al ser.
(Dic.21.30)