Los años que ven.
La edad, a veces, no te permite ver bien de cerca pero, a veces, te permite ver bien de lejos. Quizá es porque a veces, ambas cosas están reñidas. Si ves el detalle te pierdes la panorámica y cuando el detalle ya no lo enfocas aprendes a mirar en detalle el panorama… ¿Ver las obviedades? ¿o ver lo que esconden? ¿Ver lo que parecen ser? ¿o lo que son sin parecerlo? ¿Ver lo que te enseñaron a mirar? ¿o ver lo que aprendimos a ocultar? ¿Y cuándo ves mejor? ¿Cuándo sabes que ves o cuándo sabes que no ves? Dicen que todo depende del cristal con que se mire. Pero, ¿no será que todo depende del cristal por el que decides mirar? Y ¿no sería mejor que aprendiésemos a decidir eso antes de tener “una” edad?
(Julio 2017)