Como hoja al viento.
Hoy no tengo motor con el que empujar,
así que decido dejarme ir a la deriva en el impulso que di.
Descansar en el no hacer
y rendirme a la inercia que queda.
Y veo que el reprís me lleva.
Me doy cuenta que no ver pasar no significa que no pase.
Entiendo que parar no es acabar,
es simplemente dejar espacio a que el movimiento surja por sí solo.