Ahora, gracias por entonces.
Gracias por ese ayer que me trajo al hoy
y que edifica mi mañana.
Gracias por esas piedras que me dejaste,
con ellas he construido mi fortaleza
y en ella vivo mi nueva vida.
Esa que abre caminos
mientras se abre camino.
Esa que emerge de la tierra
y se eleva al cielo.
Esa que entre aciertos y errores
aprende a vivir, aprendido a vivir.
Esa que disfruta del camino hacia la utopía,
con los pies en la tierra y la mirada hacia el cielo.
(Jun.20.01)